El ex ministro de Extreriores británico Boris Johnson ha centrado su columna de opinión del Daily Telegraph sobre si es acertado o no prohibir el burka a raíz de que Dinarma se haya sumado a la lista de países en vetarlos en público.

En su texto, Johnson ha comparado a las mujeres musulmanas que usan burka "con buzones de correos" y que le parece "absolutamente ridículo que las personas elijan andar como buzones".

La diputada laborista Jess Phillips dijo que reportaría los comentarios de Johnson a la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos.

En opinión de Johnson, quien dimitió de su cargo por no ser partidario de las políticias de Theresa May, considera que prohibir el burka podría aumentar las tensiones entre los musulmanes y otros grupos demográficos. "Estoy en contra de una prohibición total porque se interpreta inevitablemente, con razón o sin ella, como si se tuviera la intención de aclarar el Islam", escribe.

"Si optas por una prohibición total, juegas en manos de aquellos que quieren politizar y dramatizar el llamado choque de civilizaciones; y avivas las llamas de las reivindicaciones. Corres el riesgo de convertir a las personas en mártires, y te arriesgas a una represión general contra cualquier símbolo público de afiliación religiosa, y simplemente puedes empeorar el problema", continúa.

"Si las mujeres danesas quieren taparse la cara, entonces me parecen un poco extremas, todas las advertencias anteriores para detenerlas. No propongo que hagamos lo mismo. Una prohibición total no es la respuesta", añade.

Dinamarca es la quinta nación de la UE en prohibir el niqab y el burka. El parlamentario aseguró sentirse en su derecho a esperar que las mujeres se quitaran los protectores faciales cuando hablan con él durante una cirugía, y las escuelas y universidades deberían ser capaces de adoptar el mismo enfoque si un estudiante "aparece con el aspecto de un ladrón de bancos".

También sugirió que las empresas y las agencias gubernamentales deberían poder exigir un código de vestimenta para que las personas puedan "verse las caras". Pero  añadió: "Tales restricciones no son lo mismo que decirle a una mujer adulta lo que puede o no usar, en un lugar público, cuando simplemente se ocupa de sus propios asuntos".

Por su parte, el Consejo Musulmán de Gran Bretaña acusó a Johson de "complacer a la extrema derecha", mientras que el grupo laboralista considera que aviva la islamofobia para "aumentar sus ambiciones de convertirse en el próximo líder conservador".